domingo, 17 de abril de 2016

REFORMAR

Cuando uno decide que quiere comprar una vivienda para el resto de su vida, lo primero que hace es una lista con todos los requisitos que debe tener. Pero muchas veces cuesta encontrar la casa perfecta y acabamos quedándonos con la que más se aproxima pensando que la podemos  personalizar a nuestro gusto.
En nuestro caso, teníamos claro que tenía que ser finca antigua con chimenea y terraza y un día, la oportunidad nos cayó del cielo!
Un maravilloso piso modernista en el centro de la ciudad nos quiso como propietarios, eso sí, sin chimenea ni terraza y encima se tenía que reformar completamente, aunque esto último teniendo  en cuenta que es a lo que me dedico no nos pareció un problema muy grande.
Una vez llaves en mano nos pusimos manos a la obra y comenzamos a trabajar.
Teníamos una única condición. Respetar al máximo la esencia del piso (techos altos con maravillosas molduras, suelos hidráulicos, cristales  de colores….) con el inconveniente de que se tenían que hacer nuevas todas las instalaciones de agua, luz, gas y calefacción.
La mejor solución para ejecutar todo esto sin destrozar los techos ni las paredes fue levantar todo el suelo existente para poder pasar las instalaciones necesarias y volver a colocarlo de nuevo como si no hubiera pasado nada.
Tengo que decir que fue maravilloso ir descubriendo durante la obra pequeños tesoros escondidos que nos permitieron entrever el paso del tiempo en aquel lugar en el que ahora es nuestro hogar.

 Aquí os dejo unas fotos del antes y el después para que veáis que por mucho que pensemos que las cosas no pueden ser, al final, si luchamos y nos esforzamos, todo es posible.
Espero que os guste!!!!